Acompañado de 260 firmas de vecinos del pueblo de VIÉRNOLES, ACPT presentó el día 31 de Julio del 2009 la siguiente petición a la Consejería de Cultura y Deporte del Gobierno de Cantabria para que este Conjunto Histórico sea protegido:
En estos momentos el Patrimonio Cultural del pueblo de Viérnoles, perteneciente al municipio de Torrelavega, se encuentra en una situación de extrema fragilidad al no existir ninguna figura de protección para su Conjunto Histórico. Únicamente la conocida como Casa de Juan Velarde ha sido declarada Bien de Interés Local (BOC 3-6-2002) y ninguna de las otras casonas de este pueblo con protección integral, en el catálogo urbanístico de Torrelavega , ha sido incorporada al Inventario General del Patrimonio Cultural de Cantabria ( Ley 11/1998, art 37). Esta falta de reconocimiento de su importancia conlleva también un desconocimiento por parte de la ciudadanía sobre el patrimonio que este pueblo atesora, además se carece de garantías para que este interesante legado pueda ser conservado para las generaciones futuras y es posible que daños irreversibles en su conjunto puedan producirse a corto o medio plazo.
Viérnoles se trata de un ejemplo bien conservado de población barroca del s XVIII, época en la que se construyeron sus casonas más características, pero con raíces antiguas. De hecho en su término se localizó la conocida como “Ara del Dobra” y son visibles tramos de una antigua calzada. Ya en el documento del 22 de Abril del año 817 (era 853), donde se citan las posesiones del Monasterio de Santa María de Yermo donadas a la Iglesia de San Salvador de Oviedo, aparece el coto de “Vérmulas”, incluso se han localizado necrópolis medievales en los entornos de las ermitas de San Jorge (hoy desaparecida) y Santa Águeda. Ésta última es probable que fuera la Iglesia de Santa Ágata citada en ese mismo documento, por lo que sería una de las iglesias más antiguas documentadas en Cantabria. Después del dominio de los Ceballos, Viérnoles pasaría a ser una posesión de la Casa de la Vega hasta que en 1420 aquí se asienta D. Pedro Velarde, proveniente de Santillana del Mar, con su llegada se inicia el control de los linajes locales. Por la sola vinculación del linaje de los Velarde a Viérnoles, su historia supera los límites de su comarca por ser éste uno de los más poderosos en nuestra región. Además en Viérnoles se localizó una de las ferrerías más importantes de Cantabria, la de la Rucha, que inició su actividad al menos en 1452 y sufrió un duro golpe tras la Guerra de Independencia Americana. Las conexiones trasatlánticas de Viérnoles son claras, con ejemplos de ricos indianos como D. Feliciano Velarde Zabala y D. Revilla Alvarado, con casonas en el pueblo, o D. Cristóbal de Alvarado Velarde que pertenecía a uno de los linajes locales más poderosos, pero también existieron personajes con altos cargos civiles o eclesiásticos que dejaron su huella en el pueblo como D. Antonio Ruiz Castañeda y Ceballos o D. Urbán Ruiz Velasco entre otros, el primero construyendo una casona y el segundo mediante su legado testamentario muy vinculado al pueblo. No se debe olvidar la importante emigración a Madrid o a Andalucía, en concreto Cádiz, como es el caso de D. Toribio de la Torre que construyó aquí su casa, ni tampoco que en Viérnoles se conserva la casa del erudito montañés D. Gregorio de Lasaga Larreta, notable figura de la historiografía de nuestra Comunidad.
Ya en el s XVIII se documentaban los diferentes barrios que componían este pueblo. Es un ejemplo de la relativa buena conservación de su trama urbana , el hecho de que los mismos se encuentren aún hoy en día claramente diferenciados. Además este asentamiento policéntrico le dota de personalidad propia frente a las características de otros núcleos cercanos como Cartes o Riocorvo. La localización de estos barrios y su relación con el territorio son otro elemento a proteger a parte de los bienes más relevantes de cada uno:
Ø En un alto y dominando se sitúa el Barrio de Paramenes, en cuyo conjunto destaca la plaza delimitada por la Iglesia parroquial de San Román junto con el hospital y tal vez escuela ( actualmente la Antigua Casa Consistorial y Casa Rectoral) y un conjunto de casonas barrocas muy homogéneas. La iglesia fue construida en el s XVI aunque de esa época sólo se conserva la cabecera, la torre clasicista dataría entorno a 1600 y la iglesia sufrió importantes reformas a lo largo del s XVIII, época de esplendor de Viérnoles y de la construcción del relevante conjunto de casonas barrocas. En el interior de la iglesia se conserva un interesante retablo de diferentes épocas con arquitectura de Rodrigo de los Corrales y algunas piezas de Juan de Pobes. En esta plaza y en sus cercanías situaron una serie de familias sus casonas. Destaca en primer lugar dentro de la plaza la espectacular Casa de Sánchez Bustamante ( familia emparentada con los Velarde), popularmente conocida como “de los leones”, con una decoración profusa característica de un barroco maduro lo que la dataría hacia 1740-50 (lamentamos la pérdida de su magnífica portalada desaparecida hacia 1950). Justo enfrente se sitúa la Casa de García Velarde y Ceballos similar a la anterior pero más sencilla y adoptando más fielmente el prototipo de casa barroca del s XVII ( datada hacia 1720-1740). A unos pocos metros se sitúa la Casa de Antonio Ruiz de Castañeda y Ceballos construida antes del 1732 por el mismo arquitecto de la Casa de Sánchez Bustamante, más solemne que la anterior y situada en un barrio de casas en hilera pertenecientes a la misma familia. También en las cercanías y completando el conjunto se encuentra la que probablemente fue Casa del indiano D. Revilla Alvarado (nº 413), construida un poco antes de 1736, época en la que se labró la portalada hoy desaparecida.
Ø El Barrio de Rodanil se localiza en la carretera hacia Tanos y Torrelavega, es el barrio donde nos encontramos una variedad tipológica y cronológica mayor. En primer lugar está la casa más antigua de Viérnoles ( y una de las más antiguas de Cantabria) conocida como “Casa Gótica”, tipo de casa noble medieval relativamente bien conservada. En segundo lugar la Casa de Rodríguez que es el único ejemplo de casa- torre de Viérnoles: la casa de la primera mitad del s XVII fue reconstruida en la segunda mitad del s XVIII acentuándose su apariencia clasicista tardía, la torre fue añadida en el s XVIII y también de esa época datan el resto de elementos de la corralada que se conservan. En tercer lugar, la Casa de Quijano sería un antecedente de las grandes casonas datada hacia 1720 y todavía con una decoración no tan barroca, fue mandada construir por Diego Quijano Velarde quien poseía la otra casa de su mayorazgo en Cartes. En cuarto lugar, existe en este barrio ( nº 46, 48 y 50) una portalada similar a la Casa de Juan Velarde del Barrio de Herrera con dos casas ( en origen tal vez una sola) del s XVIII ( quizás la casa de José Topalda Velarde o la de Cristóbal García Tagle). Por último tenemos un ejemplo de arquitectura tradicional del s XIX, la Casa de Fernando del Cerro en la que se conserva la portalada e incluso el empedrado de cudones de la corralada.
Ø En el Barrio de Herrera se localiza el único Bien de Interés Local del municipio de Torrelavega. Pero todo el Barrio se encuentra vinculado a la Ferrería de la Rucha situada en el vecino Barrio de la Hoz y a la familia Velarde. Este Barrio y el de la Hoz se formarían a lo largo de un antiguo camino paralelo al río Besaya, muy utilizado hasta que en el s XVIII se potenció el camino que unía Santander con la Meseta a través de Cartes y Riocorvo por la otra orilla. La Casa de Juan Velarde catalogada como Bien de Interés Local fue donde se estableció un segundo mayorazgo de esta familia y es una de las más monumentales de Viérnoles, pero el mayorazgo principal estaba en la cercana Casa Velarde llamada el Palacio, muy modificada en el s XIX conserva una interesante corralada y restos más antiguos. Otro miembro de esta familia D. Feliciano Velarde se estableció en una casona cercana del s XVIII que mandó reformar en a finales del s XIX (reforma que recuerda a la cantería del Palacio y destacan las pinturas murales de su interior atribuidas a León Criach y Durán), por lo que el dominio de esta familia sobre este barrio era casi completo. La última de las grandes casonas de este barrio, similar a la de D. Feliciano (también del s XVIII y con una reforma en el s XIX), se atribuye a los Ceballos ( nº 471).
Ø En el Barrio de Hoz, al lado del antiguo camino paralelo al río Besaya, se instaló la casa Velarde en 1420 ( actualmente existe una casa del s XIX en ese solar) y en esta zona se localizaba la Ferrería de la Rucha ( en explotación hasta 1847). Hace un par de años eran visibles los restos de esta Ferrería al lado del río hasta que una serie de rellenos supuestamente ilegales los han cubierto.
Ø En el Barrio de Río Riba, situado en el monte, fue donde el linaje local de la Miña tenía sus posesiones documentadas en el s XVIII. Allí se conserva la Casa familiar de Lasaga Larreta, linaje de procedencia navarra pero con importancia en el Viérnoles del s XIX. El edificio data del s XIX y conserva un sabor tradicional acentuado por el conjunto que forma con el humilladero y las casas populares del entorno de diversas tipologías datadas en el s XVIII.
Ø Otro barrio asentado en el monte es el de Radillo. Documentos del 1400 nos indican que su nombre pudiese derivar de Redillo, apellido de algunos habitantes de la zona. En este barrio se encuentra la Casa de Alvarado, familia copropietaria de la Rucha, de la segunda mitad del s XVII y una de las más antiguas de este pueblo de un clasicismo tardío ( manteniéndose el tillado original del soportal y la ermita adosada). En esta casa se situaría en origen el hospital. Por último, formando parte del conjunto de casonas barrocas de Viérnoles, en este barrio destaca la Casa de Toribio de la Torre de 1733 que conserva la caballería y pajar adosados además de escalera de piedra interior.
Junto con la Casa de Juan Velarde catalogada como Bien de Interés Local destacamos el conjunto completo de Casonas Barrocas formadas por la Casa de Sánchez Bustamante ( o “de los leones”), la Casa de García, Velarde y Ceballos, la Casa de Antonio Ruiz de Castañeda y Ceballos, la Casa de Don Revilla Alvarado, la Casa Quijano, la Casa Toribio de la Torre y la portalada similar a esta Casa de Juan Velarde en el Barrio de Rodanil. De esa época pero con una tipología diferente, de casa-torre, data la de Rodríguez. También existe un conjunto de casonas del s XVIII con importantes reformas en el s XIX como son la Casa Velarde o “el Palacio” , la Casa de D. Feliciano Velarde y la Casa atribuida a los Ceballos ( o nº 471). En el s XIX se construiría dentro de un estilo tradicional la Casa de Fernando del Cerro y la de Lasaga- Larreta. Más antiguas serían la conocida como “Casa Gótica” de época medieval y la Casa de Alvarado del s XVII. Dentro de la categoría de arquitectura religiosa, este excepcional conjunto arquitectónico se enriquece con la Iglesia Parroquial de San Román y la ermita de Santa Águeda con reformas del s XVIII pero restos más antiguos.
No debemos olvidar el apartado de arquitectura popular, conservándose casas del s XVIII y otras posteriores pero con un carácter tradicional, en muchos casos son construcciones vinculadas a las grandes casonas para el servicio o ramas menores. Aunque existe un predominio de la tipología de casas populares en hilera, hay también ejemplos de aisladas y alguna cabaña, además de completarse con edificaciones anexas para aperos, caballerizas, corraladas, lavaderos y fuentes e incluso se han localizado al menos dos molinos de los innumerables documentados. Todo ello forma un conjunto de alto valor etnográfico, aunque la mayor parte de estos elementos no han sido catalogados y existe un riesgo de pérdida. No se conservan los hórreos documentados pero si otros restos etnográficos de madera (cobertizos del nº 145 o de la Rucha...) .
La división tradicional en barrios heredada en el s XVIII es la que se mantiene actualmente, alrededor de los elementos construidos se localizan las huertas y prados, por lo que esta relación de los barrios con su entorno es también un elemento a proteger. Máxime si tenemos en cuenta su fragilidad por la visibilidad de cualquier intervención no controlada. En este sentido hacer referencia a la relación de Viérnoles con el monte Dobra cuyos aprovechamientos controlaba, y a sus pies se situaba, además el Dobra es un referente para toda la comarca de Torrelavega. Existe en el Dobra un HÁBITAT NATURAL DE IMPORTANCIA COMUNITARIA al sur en 1 hac. ( 4090. Brezales Oromediterráneos con aliaga) y dentro del pueblo está catalogado el Eucaliptón de Viernoles ( árbol Nº7 del inventario de Árboles Singulares de Cantabria, el más grande de Cantabria y uno de los más grandes de España)
En fin, Viérnoles conserva la trama urbana y sus características como población barroca del s XVIII ( a lo que se añade las notables construcciones del s XIX y restos más antiguos). Fue ésta su época de esplendor y de máxima actividad constructora. Por una cuestión de suerte su conjunto relativamente intacto ha llegado hasta nosostros, ya que su situación un tanto apartada de Torrelavega lo protegió de la Revolución Industrial. En segundo lugar, por si no fuera suficiente su conjunto homogéneo de casonas, la ferrería de la Rucha y la proyección de algunos linajes o miembros con cargos administrativos o eclesiásticos o negocios fuera de Viérnoles vinculan este Patrimonio aquí atesorado con la cultura y la historia de Cantabria. Todo ello nos lleva a incidir en la preocupación por la actual falta de protección integral para los barrios históricos de Viérnoles, documentados desde el s XVIII. Es necesario garantizar la trasmisión a las generaciones futuras de este Patrimonio Cultural formado por su arquitectura barroca, elementos pertenecientes a la arquitectura popular y etnográficos junto con el paisaje, marco incomparable en el que se asienta el pueblo de Viérnoles y que organiza sus barrios.
Por lo tanto, solicita que:
Se proceda a incoar el procedimiento por parte de la Consejería de Cultura y Deporte a instancia de parte ( Ley 11/1998, art. 16) para declarar de este pueblo de Viérnoles Conjunto Histórico ( Ley 11/1998, art 49.3), con el fin de dotar a este Conjunto Histórico de Viérnoles de una protección integral adecuada a la calidad de su patrimonio. Según el art. 15 de la Ley 11/1998 “podrán alcanzar la declaración de Bien de Interés Cultural aquellos bienes inmuebles, muebles o inmateriales que por sus específicas cualidades definen por sí mismos un aspecto destacado de la cultura de Cantabria”, en este sentido defendemos que Viérnoles conserva un conjunto de casonas barrocas que por sí solas poseen una importancia histórica que supera los límites de su comarca, a lo que se añade el resto de bienes, que forman el patrimonio arquitectónico civil y religioso incluyendo la arquitectura popular y elementos etnográficos, asentados en un territorio delimitado claramente a los pies del Monte Dobra. Por último, ruega se tenga al arriba firmante como parte interesada en este expediente.
Viérnoles se trata de un ejemplo bien conservado de población barroca del s XVIII, época en la que se construyeron sus casonas más características, pero con raíces antiguas. De hecho en su término se localizó la conocida como “Ara del Dobra” y son visibles tramos de una antigua calzada. Ya en el documento del 22 de Abril del año 817 (era 853), donde se citan las posesiones del Monasterio de Santa María de Yermo donadas a la Iglesia de San Salvador de Oviedo, aparece el coto de “Vérmulas”, incluso se han localizado necrópolis medievales en los entornos de las ermitas de San Jorge (hoy desaparecida) y Santa Águeda. Ésta última es probable que fuera la Iglesia de Santa Ágata citada en ese mismo documento, por lo que sería una de las iglesias más antiguas documentadas en Cantabria. Después del dominio de los Ceballos, Viérnoles pasaría a ser una posesión de la Casa de la Vega hasta que en 1420 aquí se asienta D. Pedro Velarde, proveniente de Santillana del Mar, con su llegada se inicia el control de los linajes locales. Por la sola vinculación del linaje de los Velarde a Viérnoles, su historia supera los límites de su comarca por ser éste uno de los más poderosos en nuestra región. Además en Viérnoles se localizó una de las ferrerías más importantes de Cantabria, la de la Rucha, que inició su actividad al menos en 1452 y sufrió un duro golpe tras la Guerra de Independencia Americana. Las conexiones trasatlánticas de Viérnoles son claras, con ejemplos de ricos indianos como D. Feliciano Velarde Zabala y D. Revilla Alvarado, con casonas en el pueblo, o D. Cristóbal de Alvarado Velarde que pertenecía a uno de los linajes locales más poderosos, pero también existieron personajes con altos cargos civiles o eclesiásticos que dejaron su huella en el pueblo como D. Antonio Ruiz Castañeda y Ceballos o D. Urbán Ruiz Velasco entre otros, el primero construyendo una casona y el segundo mediante su legado testamentario muy vinculado al pueblo. No se debe olvidar la importante emigración a Madrid o a Andalucía, en concreto Cádiz, como es el caso de D. Toribio de la Torre que construyó aquí su casa, ni tampoco que en Viérnoles se conserva la casa del erudito montañés D. Gregorio de Lasaga Larreta, notable figura de la historiografía de nuestra Comunidad.
Ya en el s XVIII se documentaban los diferentes barrios que componían este pueblo. Es un ejemplo de la relativa buena conservación de su trama urbana , el hecho de que los mismos se encuentren aún hoy en día claramente diferenciados. Además este asentamiento policéntrico le dota de personalidad propia frente a las características de otros núcleos cercanos como Cartes o Riocorvo. La localización de estos barrios y su relación con el territorio son otro elemento a proteger a parte de los bienes más relevantes de cada uno:
Ø En un alto y dominando se sitúa el Barrio de Paramenes, en cuyo conjunto destaca la plaza delimitada por la Iglesia parroquial de San Román junto con el hospital y tal vez escuela ( actualmente la Antigua Casa Consistorial y Casa Rectoral) y un conjunto de casonas barrocas muy homogéneas. La iglesia fue construida en el s XVI aunque de esa época sólo se conserva la cabecera, la torre clasicista dataría entorno a 1600 y la iglesia sufrió importantes reformas a lo largo del s XVIII, época de esplendor de Viérnoles y de la construcción del relevante conjunto de casonas barrocas. En el interior de la iglesia se conserva un interesante retablo de diferentes épocas con arquitectura de Rodrigo de los Corrales y algunas piezas de Juan de Pobes. En esta plaza y en sus cercanías situaron una serie de familias sus casonas. Destaca en primer lugar dentro de la plaza la espectacular Casa de Sánchez Bustamante ( familia emparentada con los Velarde), popularmente conocida como “de los leones”, con una decoración profusa característica de un barroco maduro lo que la dataría hacia 1740-50 (lamentamos la pérdida de su magnífica portalada desaparecida hacia 1950). Justo enfrente se sitúa la Casa de García Velarde y Ceballos similar a la anterior pero más sencilla y adoptando más fielmente el prototipo de casa barroca del s XVII ( datada hacia 1720-1740). A unos pocos metros se sitúa la Casa de Antonio Ruiz de Castañeda y Ceballos construida antes del 1732 por el mismo arquitecto de la Casa de Sánchez Bustamante, más solemne que la anterior y situada en un barrio de casas en hilera pertenecientes a la misma familia. También en las cercanías y completando el conjunto se encuentra la que probablemente fue Casa del indiano D. Revilla Alvarado (nº 413), construida un poco antes de 1736, época en la que se labró la portalada hoy desaparecida.
Ø El Barrio de Rodanil se localiza en la carretera hacia Tanos y Torrelavega, es el barrio donde nos encontramos una variedad tipológica y cronológica mayor. En primer lugar está la casa más antigua de Viérnoles ( y una de las más antiguas de Cantabria) conocida como “Casa Gótica”, tipo de casa noble medieval relativamente bien conservada. En segundo lugar la Casa de Rodríguez que es el único ejemplo de casa- torre de Viérnoles: la casa de la primera mitad del s XVII fue reconstruida en la segunda mitad del s XVIII acentuándose su apariencia clasicista tardía, la torre fue añadida en el s XVIII y también de esa época datan el resto de elementos de la corralada que se conservan. En tercer lugar, la Casa de Quijano sería un antecedente de las grandes casonas datada hacia 1720 y todavía con una decoración no tan barroca, fue mandada construir por Diego Quijano Velarde quien poseía la otra casa de su mayorazgo en Cartes. En cuarto lugar, existe en este barrio ( nº 46, 48 y 50) una portalada similar a la Casa de Juan Velarde del Barrio de Herrera con dos casas ( en origen tal vez una sola) del s XVIII ( quizás la casa de José Topalda Velarde o la de Cristóbal García Tagle). Por último tenemos un ejemplo de arquitectura tradicional del s XIX, la Casa de Fernando del Cerro en la que se conserva la portalada e incluso el empedrado de cudones de la corralada.
Ø En el Barrio de Herrera se localiza el único Bien de Interés Local del municipio de Torrelavega. Pero todo el Barrio se encuentra vinculado a la Ferrería de la Rucha situada en el vecino Barrio de la Hoz y a la familia Velarde. Este Barrio y el de la Hoz se formarían a lo largo de un antiguo camino paralelo al río Besaya, muy utilizado hasta que en el s XVIII se potenció el camino que unía Santander con la Meseta a través de Cartes y Riocorvo por la otra orilla. La Casa de Juan Velarde catalogada como Bien de Interés Local fue donde se estableció un segundo mayorazgo de esta familia y es una de las más monumentales de Viérnoles, pero el mayorazgo principal estaba en la cercana Casa Velarde llamada el Palacio, muy modificada en el s XIX conserva una interesante corralada y restos más antiguos. Otro miembro de esta familia D. Feliciano Velarde se estableció en una casona cercana del s XVIII que mandó reformar en a finales del s XIX (reforma que recuerda a la cantería del Palacio y destacan las pinturas murales de su interior atribuidas a León Criach y Durán), por lo que el dominio de esta familia sobre este barrio era casi completo. La última de las grandes casonas de este barrio, similar a la de D. Feliciano (también del s XVIII y con una reforma en el s XIX), se atribuye a los Ceballos ( nº 471).
Ø En el Barrio de Hoz, al lado del antiguo camino paralelo al río Besaya, se instaló la casa Velarde en 1420 ( actualmente existe una casa del s XIX en ese solar) y en esta zona se localizaba la Ferrería de la Rucha ( en explotación hasta 1847). Hace un par de años eran visibles los restos de esta Ferrería al lado del río hasta que una serie de rellenos supuestamente ilegales los han cubierto.
Ø En el Barrio de Río Riba, situado en el monte, fue donde el linaje local de la Miña tenía sus posesiones documentadas en el s XVIII. Allí se conserva la Casa familiar de Lasaga Larreta, linaje de procedencia navarra pero con importancia en el Viérnoles del s XIX. El edificio data del s XIX y conserva un sabor tradicional acentuado por el conjunto que forma con el humilladero y las casas populares del entorno de diversas tipologías datadas en el s XVIII.
Ø Otro barrio asentado en el monte es el de Radillo. Documentos del 1400 nos indican que su nombre pudiese derivar de Redillo, apellido de algunos habitantes de la zona. En este barrio se encuentra la Casa de Alvarado, familia copropietaria de la Rucha, de la segunda mitad del s XVII y una de las más antiguas de este pueblo de un clasicismo tardío ( manteniéndose el tillado original del soportal y la ermita adosada). En esta casa se situaría en origen el hospital. Por último, formando parte del conjunto de casonas barrocas de Viérnoles, en este barrio destaca la Casa de Toribio de la Torre de 1733 que conserva la caballería y pajar adosados además de escalera de piedra interior.
Junto con la Casa de Juan Velarde catalogada como Bien de Interés Local destacamos el conjunto completo de Casonas Barrocas formadas por la Casa de Sánchez Bustamante ( o “de los leones”), la Casa de García, Velarde y Ceballos, la Casa de Antonio Ruiz de Castañeda y Ceballos, la Casa de Don Revilla Alvarado, la Casa Quijano, la Casa Toribio de la Torre y la portalada similar a esta Casa de Juan Velarde en el Barrio de Rodanil. De esa época pero con una tipología diferente, de casa-torre, data la de Rodríguez. También existe un conjunto de casonas del s XVIII con importantes reformas en el s XIX como son la Casa Velarde o “el Palacio” , la Casa de D. Feliciano Velarde y la Casa atribuida a los Ceballos ( o nº 471). En el s XIX se construiría dentro de un estilo tradicional la Casa de Fernando del Cerro y la de Lasaga- Larreta. Más antiguas serían la conocida como “Casa Gótica” de época medieval y la Casa de Alvarado del s XVII. Dentro de la categoría de arquitectura religiosa, este excepcional conjunto arquitectónico se enriquece con la Iglesia Parroquial de San Román y la ermita de Santa Águeda con reformas del s XVIII pero restos más antiguos.
No debemos olvidar el apartado de arquitectura popular, conservándose casas del s XVIII y otras posteriores pero con un carácter tradicional, en muchos casos son construcciones vinculadas a las grandes casonas para el servicio o ramas menores. Aunque existe un predominio de la tipología de casas populares en hilera, hay también ejemplos de aisladas y alguna cabaña, además de completarse con edificaciones anexas para aperos, caballerizas, corraladas, lavaderos y fuentes e incluso se han localizado al menos dos molinos de los innumerables documentados. Todo ello forma un conjunto de alto valor etnográfico, aunque la mayor parte de estos elementos no han sido catalogados y existe un riesgo de pérdida. No se conservan los hórreos documentados pero si otros restos etnográficos de madera (cobertizos del nº 145 o de la Rucha...) .
La división tradicional en barrios heredada en el s XVIII es la que se mantiene actualmente, alrededor de los elementos construidos se localizan las huertas y prados, por lo que esta relación de los barrios con su entorno es también un elemento a proteger. Máxime si tenemos en cuenta su fragilidad por la visibilidad de cualquier intervención no controlada. En este sentido hacer referencia a la relación de Viérnoles con el monte Dobra cuyos aprovechamientos controlaba, y a sus pies se situaba, además el Dobra es un referente para toda la comarca de Torrelavega. Existe en el Dobra un HÁBITAT NATURAL DE IMPORTANCIA COMUNITARIA al sur en 1 hac. ( 4090. Brezales Oromediterráneos con aliaga) y dentro del pueblo está catalogado el Eucaliptón de Viernoles ( árbol Nº7 del inventario de Árboles Singulares de Cantabria, el más grande de Cantabria y uno de los más grandes de España)
En fin, Viérnoles conserva la trama urbana y sus características como población barroca del s XVIII ( a lo que se añade las notables construcciones del s XIX y restos más antiguos). Fue ésta su época de esplendor y de máxima actividad constructora. Por una cuestión de suerte su conjunto relativamente intacto ha llegado hasta nosostros, ya que su situación un tanto apartada de Torrelavega lo protegió de la Revolución Industrial. En segundo lugar, por si no fuera suficiente su conjunto homogéneo de casonas, la ferrería de la Rucha y la proyección de algunos linajes o miembros con cargos administrativos o eclesiásticos o negocios fuera de Viérnoles vinculan este Patrimonio aquí atesorado con la cultura y la historia de Cantabria. Todo ello nos lleva a incidir en la preocupación por la actual falta de protección integral para los barrios históricos de Viérnoles, documentados desde el s XVIII. Es necesario garantizar la trasmisión a las generaciones futuras de este Patrimonio Cultural formado por su arquitectura barroca, elementos pertenecientes a la arquitectura popular y etnográficos junto con el paisaje, marco incomparable en el que se asienta el pueblo de Viérnoles y que organiza sus barrios.
Por lo tanto, solicita que:
Se proceda a incoar el procedimiento por parte de la Consejería de Cultura y Deporte a instancia de parte ( Ley 11/1998, art. 16) para declarar de este pueblo de Viérnoles Conjunto Histórico ( Ley 11/1998, art 49.3), con el fin de dotar a este Conjunto Histórico de Viérnoles de una protección integral adecuada a la calidad de su patrimonio. Según el art. 15 de la Ley 11/1998 “podrán alcanzar la declaración de Bien de Interés Cultural aquellos bienes inmuebles, muebles o inmateriales que por sus específicas cualidades definen por sí mismos un aspecto destacado de la cultura de Cantabria”, en este sentido defendemos que Viérnoles conserva un conjunto de casonas barrocas que por sí solas poseen una importancia histórica que supera los límites de su comarca, a lo que se añade el resto de bienes, que forman el patrimonio arquitectónico civil y religioso incluyendo la arquitectura popular y elementos etnográficos, asentados en un territorio delimitado claramente a los pies del Monte Dobra. Por último, ruega se tenga al arriba firmante como parte interesada en este expediente.
Torrelavega, 31 de Julio del 2009
A/A CONSEJERÍA DE CULTURA Y DEPORTE DEL GOBIERNO DE CANTABRIA
