A finales del s XIX la casa fue reformada por D. Feliciano Velarde Zabala, hijo del Primer Comandante de Infantería de Santoña y doña Eleuteria de Zabala, poseedores del mayorazgo de Velarde herederos de la casa de la Rucha y asentados en el Palacio. Pero D. Feliciano, quien hizo fortuna en las Indias, al no heredar la casa del mayorazgo reformó para ser usada como vivienda ésta. La obra de la reforma recuerda a la cantería del palacio y en la parte derecha sobre la solana se construyó el mirador y una buhardilla mirador de gran tamaño, en los laterales se abrieron nuevos vanos amplios, en la parte trasera se adosó un pórtico de hierro, en el jardín se plantaron las palmeras y se transformó la cerca. Pero destaca sobre todo en el interior las pinturas murales atribuidas a León Criach y Durán ( nacido en Sabadell en 1866 y en 1890 llegó a Cantabria).





